Cuando entré a la clínica para la primera Quimio
para tratar el linfoma, estaba muerta de susto, mi
papá me dijo que era falta de fe, mi hermano se
molestó, pero es verdad- si confío en Él no tengo
porque temer.
SALMO 23 VER 4
"Aunque pase por valles de sombra y de muerte
no temeré mal alguno, porque Jehová está
conmigo"
Estas últimas semanas han pasado algunas
cosas. Llevo ya dos semanas y media en la
clínica, he estado con las defensas bajitas por lo
que me han hecho transfusiones, pues presente
una hemorragia, pero nada grave, lo que si me
asustó fue que en una transfusión presente
reacción alérgica y me dio insuficiencia
respiratoria, vomito y hasta diarrea. La vi cerca la
verdad. Lo mejor es que en medio del susto en mi
mente le alababa.
Hace unos días me implantaron un catéter, porque
las venas de los brazos ya están muy gastadas y
quemadas por las Quimios y los chuzones, estoy
recobrándome de la cirugía. Entre más tiempo y
más cosas pasan más lo siento cerca y mas creo
en El.
Por otro lado me da tristeza ver como estas
situaciones solo sirven para reflexionar y cambiar
las cosas con la persona que está padeciendo la
enfermedad en lugar de ampliar el panorama y
que esto nos ayudara a ver que la vida no está
comprada y que en cualquier momento perdemos
a quienes amamos sin demostrarles lo que
sentimos por ellos, si podemos cambiar con una
persona por estar enferma también podríamos
hacerlo con quienes nos rodean.