miércoles, 12 de febrero de 2014

DIOS NO NOS CAMBIA, NOS DA LA OPORTUNIDAD DE CAMBIAR



Alguna vez escuché a mi hermano decir que  cuando 
le pedimos a Dios paciencia, el no la da,
en cambio nos da oportunidades de ser pacientes. 
Estas semanas en las que escribo este libro me ha 
pasado mucho eso. 

Dentro de mi proceso lo que más le he pedido  es 
que me enseñe a perdonar, como ya les he 
contado en algunos "post" anteriores a los que siguen
 mi blog "ESPERANDO UN MILAGRO"
Cuanto más trabajo en eso, mas se aparecen esas 
personas a lastimar, ha sido muy duro no 
reaccionar, me ha tocado orar mucho para no 
sentir esa rabia y esa tristeza que carcome y sobre 
todo ha sido muy difícil no defenderme. Entonces 
Dios me ha halado las orejas porque el propósito 
de mi vida debe ser ganar personas para Cristo y 
esas reacciones no son un buen testimonio. 
Créanme que pienso ¿qué haría Dios en esa 
situación? y de verdad lo intento, pero es 
complicado, entonces cuando creo que ya he 
superado el impase, el me manda estas personas 
para que me de cuenta que todavía hay mucho 
por sanar y que debo seguir trabajando en eso y 
orando por eso. 

He recibido comentarios en el Blog también 
Juzgando mis actitudes y lo que escribo como no 
cristianas, claro en muchas cosas aun no lo soy, 
porque si bien tengo claro que ser cristiano no es 
asistir a una iglesia o darse golpes de pecho todo 
el día. Si tengo claro que ser cristiano es un estilo 
de vida, es comenzar a vivir, pensar, sentir y 
reaccionar como lo haría Jesús, y si bien entre 
más le conoces más cosas van cambiando en ti 
sin darte cuenta, hay otras con las que de verdad 
tenemos que luchar. 

En su palabra DIOS nos dice que somos como el 
oro y que el oro se moldea en el fuego, eso hace 
él con nosotros, formarnos y aunque duela eso es 
lo que nos hace más fuertes en el Espíritu. 

Yo por ejemplo no entendía porque no podía salir 
ya a ningún lado, porque las cosas o personas se 
han ido de mi lado durante este proceso. Hoy 
comprendo que lo que hace Dios es alejarme del 
mundo, enseñándome que todo eso es efímero y 
que realmente lo que vale es estar con Él, como 
dice una canción "es mejor estar un día junto a tu 
altar que toda una vida sin tu amistad", y así 
puedo concentrarme en trabajar para su obra, El 
es perfecto, y debemos seguirlo  y obedecerle 
aunque a veces no entendamos sus métodos. 

Solo espero poder sanar todas las heridas, y 
sobretodo llegar a tener el dominio propio para no 
dejar que mi carne domine y que mis reacciones 
hagan que sea testimonio vivo de lo que Dios ha 
hecho en mi para que las personas le conozcan y 
no causar el efecto contrario. 

Una vez más pido perdón si ofendí a alguien 
guiada por la rabia y por el dolor.                                    
A veces lastimamos a quienes más amamos, por 
no saber frenar nuestros impulsos a tiempo.