Yo recé mil novenas, a cada santo le pedí tener de nuevo a mi hija conmigo, pero ahora iba a presentarme a la audiencia para entregarla del todo. En ese momento no conocía Cristo pero aun así él escuchaba mis ruegos.
Llegué donde mi abogada y le dije lo que tenía en mente, no estuvo de acuerdo, me dijo que Isa no entendería que la dejara, me dijo que no dijera nada que si al final no había nada que hacer entonces que dejáramos que ellos se quedaran con la custodia.
Llegamos a el juzgado, junto a la juez estaba la procuradora, yo sentía que el estomago se me iba a estallar, y un dolor terrible en el pecho.
Y allí comenzó la cadena de milagros, Jaime sin decirle nada dijo que me daba la custodia, su condición era que debía vivir en el mismo barrio que él, a lo que la Juez se negó, pero yo di mi palabra, su mamá que era quien tenía la custodia en ese momento se negó a entregármela, fue difícil convencerla pero hasta los abogados de ellos estaban de mi lado, fue una gran victoria, no mía, de Dios, al final doña Ana, la mamá de Jaime acepto.
Mi chiquita y yo
Salí feliz, pero asustada, ¿qué iba a hacer ahora?
Llame a mi papá, le conté lo que había sucedido y volví a pedirle ayuda, lo de un mes de arriendo para buscar un apartamento y no lo molestaría más, acepto, pero con esa condición… que lo dejara en paz, ¡Eso dolió!
Mi otra llamada fue a Olga María, la administradora del conjunto donde tenemos el apartamento, ella me dijo que en otro conjunto donde trabajaba había un apartamento y era a solo 3 cuadras de donde vive Jaime, me consiguió la cita para ese mismo día.
Este fue el segundo milagro, al llegar me encontré con una pareja preciosa, el señor me mostró el apartamento, estaba amoblado, le conté más o menos lo que estaba pasando, el me miro y me dijo que me veía como a una hija, que su hijo el dueño del apartamento estaba pasando por una situación similar, que no me preocupara, ellos pedían quinientos mil pesos por el arriendo, pero me lo dejaron en cuatrocientos, bendito Dios, además no me pidió papeles y lo más sorprendente fue cuando me preguntó si yo tenía muchas cosas, yo la verdad solo tenía mi cama y el TV, me dijo que ellos no tenían en donde guardar los muebles que si los podían dejar allí y que los usara.
Vi la mano de Dios sobre mí, yo no tenía dinero para comprar nada y ellos me estaban dejando un apartamento completamente amoblado, con nevera, lavadora y hasta equipo de sonido, por tan solo cuatrocientos mil pesos, no había otra explicación, era Dios puro.
Ahora debía conseguir un trabajo, pensé que iba a ser complicado, ¡pues no me lo van a creer!, se demoraron una semana en entregarme el apartamento, y ese mismo día firmaba contrato en un call center. Mi mamá siempre tan incondicional viajó para ayudarme a cuidar a la niña y mi chiquita estaba feliz, ella tenía su cuarto pero dormíamos juntas yo no quería separarme de ella ni un segundo.
Como el trabajo en el call center era me dio tiempo de lunes a lunes, comencé a buscar otro trabajo para ayudarme más, a los 15 días de estar trabajando en el call center me llamaron de una agencia de publicidad para trabajar como ejecutiva de cuenta, yo no tenía ni idea de nada pero acepte, era lo suficientemente inteligente para aprender, y así fue, aprendí rápido y estaban contentos conmigo, era agotador pero no me importaba siempre que tuviera a mi niña a mi lado.
Al principio fue muy duro, el daño que se le había hecho a Isa era inmenso y no me di cuenta hasta que me la lleve conmigo. Lloraba decía que todo lo malo pasaba por su culpa, que se quería morir y solo tenía 7 añitos, me pegaba me decía que me odiaba y que odiaba a mi familia, pues le habían dicho que yo la iba a dejar en Bienestar Familiar y que ellos la habían rescatado. Fue muy doloroso, yo no estaba preparada para eso, no sabía cómo reaccionar y mi mamá lejos de ayudar me juzgaba, así que terminábamos peleando, sentía mucha presión, me sentía muy sola y la verdad me dolía mucho no tener a mi papá solo esperaba que viera mi esfuerzo y aprobara lo que hacía.
Pero en ese tiempo también recibí apoyo de muchas personas, como mi Primo David que vive en USA y siempre estuvo pendiente de que ni a Isa ni a mí nos faltara nada, y hoy sigue siendo un gran apoyo en todo esto.