domingo, 19 de junio de 2011

segundo capitulo "UNA INOCENCIA ROBADA

Yo ya tenía 17 años, estaba terminando el colegio, las relaciones con los muchachos no eran buenas por mi autoestima. Acababa de terminar con un muchacho que se cansó de que yo fuera tan seca, no le tomaba la mano, no tenia muestra de cariño alguno en la calle. Pero igual salimos como un mes y la pase súper. De esa experiencia me quedaron otros amigos, uno de ellos Bernie, que un día me llamó para ir a una reunión donde unos amigos de él cerca de mi casa. Yo ya estaba empijamada pero mi mamá me dio permiso. Para esa época ya mis padres se habían separado. Mi papá por fin tomó la decisión de irse y mi relación con mi padre cada vez era más distante. La verdad no tenía mucho control y me dolía mucho, yo hacía mil cosas para ver si se daban cuenta que yo no quería que estuvieran separados pero nada resultaba, entonces sentía que yo no les importaba.

Detrás de mí siempre hubo un espíritu de muerte, siempre pensaba en ella como una opción y lo que pasó esa noche no ayudo mucho a que las cosas mejoraran.

Fuimos a la reunión esa, y había tal vez unas ocho personas, uno de los muchachos era súper lindo, obvio yo con Bernie no tenía nada, éramos amigos nada más. Ellos salieron a comprar trago y cuando regresaron el muchacho que les cuento que era muy lindo me traía una rosa. Yo quedé matada, la estábamos pasando bien, ya la mayoría de la gente se había ido, quedábamos, Bernardo, otra muchacha, el dueño del apartamento y yo, pero sentí deseos de ir al baño, eran por ahí las 12 de la noche, entonces él lindo, se ofreció a mostrarme donde quedaba, el apartamento era dúplex así que subimos y cuando estábamos arriba me beso, yo derretida ya les había dicho que mi autoestima era baja y no creía que los muchachos se fijaran en mi menos uno tan papacito. Entre a el baño y cuando Salí, estaba el dueño del apartamento con él en el cuarto, yo iba a bajar y se me acercaron y me dijeron que ya todos se habían ido y él me dijo que me llevaba a la casa, jamás habría imaginado lo que pasaría.

Yo quise llamar a Bernardo, al fin y al cabo yo había ido con él y no me parecía que me hubiera dejado tirada, pero no me prestaron el celular, este muchacho comenzó a cogerme para besarme y a decirme que fresca. Obviamente yo me comencé a asustar y a decirle que me llevara para mi casa, yo JAMAS había estado con un hombre, cuando me vieron que me puse de mal genio y grité. El dueño del apartamento entro con un arma y me amenazó, ya ahí ustedes pueden imaginarse que pasó. Intente gritar pero me pegaban, me amenazaban con el arma, a las 6 de la mañana me dejaron vestir y salir, menos mal era a muy pocas cuadras de mi casa, me fui caminando y llorando, no podía creer lo que me había pasado estaba en shock, cuando llegue mi mamá me pregunto, que me había pasado y que porque no le avise que llegaba tan tarde -era una niña por Dios- me encerré en mi cuarto sin contestarle nada, no quería hablar, tome el teléfono y llame a la única persona en quien yo sentía que podía confiar, mi mejor amiga en ese momento Paola Madiedo, ella tampoco podía creerlo, me decía que debíamos hacer algo, decirle a alguien, mandarles a hacer algo, pero yo no hice nada, no conté nada, me trague toda esa rabia y ese dolor yo solita.




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