miércoles, 6 de julio de 2011

EL PADRE DE MI HIJA "capitulo 5 del libro"



Era diciembre de 1997, viaje a Cali de vacaciones de fin de año, plena feria de Cali. Mi papá había puesto una licorera y no estaba muy bien económicamente, mi mamá andaba con una amiga que no tenía nada en la cabeza, solo pensaba en rumba y dinero, fue ella quien me presentó a Jaime. Primero comencé a salir con un amigo de él, pero luego la personalidad de él me fue envolviendo, era un hombre con el que podía hablar. En esa época aunque apenas tenía 20 años, yo ya estaba cansada de tanta rumba, de una vida tan vacía.

Comenzamos a salir, el tenia 29 años pero tenía una mamá que lo cuidaba y lo controlaba como a uno de 14, además su trabajo era de “lavaperros” (ayudante de mafioso) algo que yo no quería para mi vida. Siempre fui un espíritu libre, no me gustaba vivir con miedo, siempre estuve entre artistas, relajados, despreocupados de todo, el vivía en un cuarto y solo tenía un colchón porque lo que se ganaba se lo rumbeaba.

Como les había dicho la mamá lo manejaba y se lo llevo para Bogotá, yo me quede en Cali porque mi papá no estaba bien económicamente y como era bien rebelde no me quise ir a seguir estudiando actuación porque yo no quería trabajar. Pero no me quede por mucho tiempo.

Con mi mamá no me entendía y mi papá obviamente no quería vivir conmigo en un aparta estudio porque el tenia su novia, no era lo mejor. Así que volví a Bogotá. Una vez más tomaba una mala decisión llevada por impulsos y no por la razón, además no era movida por el amor si no más por la rebeldía y la rabia que me daba que la mamá de Jaime no quería que estuviésemos juntos.

¡Que error tan grande! En Bogotá sola sin tener un lugar fijo donde vivir. Pipe me ayudaba en lo que podía, Jaime me dijo que se iba para España, su mamá había hecho todo para mandarlo porque no solo quería alejarlo de mí, sino de toda esa vida que llevaba en Cali y esos amigos que la verdad a mí tampoco me
gustaban
.

Quede desubicada, no podía llamar a mi papá, con qué cara, y el orgullo no me permitía agachar la cabeza. Conseguí trabajo y Jaime me ayudaba desde allá. Pipe viajó a Bucaramanga por un mes y me dejo quedar en su apartamento, claro el apartamento era un desastre había dejado dos gatos que cuando llegue tenían lleno de “popo” todo y olía terrible, pero bueno no tenia mas opción, uno de los vecinos llamado Jimmy Taylor, bajó un día a buscar a Felipe y cuando me vio me dijo que no podía quedarme allí, que él tenía una habitación desocupada que fresca que me fuera para su apartamento, que con él “todo bien”, no buscaba nada. ¡Así fue!, a pesar de no ser cristiana en ese momento Dios ya ponía ángeles en mi camino para que me cuidaran.

Jaime igual no duró mucho en España, a los tres meses regresó. Eso para mí fue tenaz. Yo había aguantado tantas cosas solo porque la idea era que yo me iría también, pero faltando pocos días para mi viaje, él se me apareció en Bogotá. Su mamá dijo que yo le había hecho brujería que entonces se quedara conmigo, que ella no lo iba a recibir, yo me sentía traicionada, no quería estar con él así, no teníamos nada. Al poco tiempo ella nos “ayudó“, nos consiguió un cuarto en el sur de Bogotá, para mí fue horrible, yo nunca fui millonaria pero mi papá siempre nos tuvo muy bien, yo me sentía en el fin del mundo, además llegó navidad, Jaime por mí, más que amor sentía obsesión, el se devolvió de España por miedo a que yo no me fuera, su mamá además se metía en todo, era muy duro yo era muy niña, además de consentida y caprichosa, acostumbrada a que mi papá me daba todo lo que yo pedía. Y ese 24 de diciembre Jaime me pegó por primera vez. Me fui como una loca para la calle, era mi primera navidad en Bogotá sola, sin mi familia. Regresé a donde vivíamos porque no tenía a donde ir y tampoco tenía plata, nos fuimos a pasar Nochebuena en casa de  la familia de él, que siempre me trato muy mal y no me querían cerca. Llame a mi papá y le dije que me quería ir para Cali, me mando el pasaje y viaje el día siguiente. La mamá de Jaime aprovechó para sacar todas las cosas del lugar en donde vivíamos y llevárselo para su casa, Así que cuando regrese a Bogotá no tenia en donde vivir.

Paso un tiempo, más o menos un mes y conseguí trabajo con el papá de una amiga, conseguí también un aparta-estudio en alquiler, Jaime a pesar de lo que ya había pasado se fue a vivir conmigo.








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