ESPERANDO UN MILAGRO: TUTTY FRUTTY "CAPITULO 4 DE ESPERANDO UN MILAGRO"

Irme para Bogotá fue la primera de una lista de malas decisiones que tomé en mi vida, pero hoy he aprendido que todo lo que vivimos pasa para un propósito de Dios, bueno o malo siempre hay un propósito para cada cosa.

En la charlote conocí a mis amigos del alma. Era 1996, entre a estudiar Artes Escénicas, el combo era de seis mujeres y seis hombres todos súper talentosos, pero más vagos no podíamos ser.

Pipe: Un enamorado de las mujeres y de la música, un genio desperdiciado, no es para este mundo creo. Algo desadaptado, mi amor del alma, con el conocí lo que era amar y sufrir por ese amor, pero también fue mi protector, mi amigo, mi confidente. Hoy ese amor se transformó y somos como un par de hermanos que no pueden dejar de estar pendiente uno del otro y cuidarnos aunque sea en la distancia. Hoy casado con tres hijos, valga decir que es un padre responsable y tiene una mamá para cada hijo. Hace poco sufrió un infarto que como todo lo de Dios que es perfecto. Lo llevo a conocerlo, hoy creo casi convencida que podemos decir que ganamos uno más para Cristo.

Carlitos: el viajero. Él era el juicioso del grupo, no tomaba, no fumaba, todas las mamás lo adoraban pero con las viejas más bien regular, jejejeje. Hoy es un gran fotógrafo, Director de cine, de actuación. Pues sabemos lo que nos cuenta.

Iván: en esa época era un pelado tímido, pero incondicional. Me ayudó a pasar por muchas “tuzas” por pipe que era bien perro, jejejeje. Hoy es mi “parcero” incondicional, en la distancia está conmigo. La vida también lo golpeó, es un habitante del mundo, físicamente mejoró y mucho, jajajajajaja, todos esos golpes también lo llevaron frente a Dios.

Héctor: Un loquillo, con el pasé momentos súper chéveres, bonitos, buenos y malos, su vida algo desordenada, pero con una mente brillante, creativa, con mil ideas que poner en práctica. Hoy ya no estamos tan cerca pero lo quiero y lo recuerdo igual.

Willy: Mi hermanito hermoso, compinche y confidente, pasamos noches enteras conversando, acompañados por un cigarro y un trago. La vida le ha quitado mucho, pero le ha regalado otras bendiciones más. Trabajador incansable, luchador y soñador, con una mujer y un bebe hermosos y una familia completamente entregada a el Señor.

Fabián: El guerrero, llegó a Bogotá con una maleta llena de sueños, vendía sándwiches en la academia para ayudarse, juicioso, disciplinado, ha llegado lejos y lo admiro por eso. Ha estado a mi lado cada vez que lo he necesitado. No necesito verlo y hablar con él todos los días para saber que siempre está aquí.

Angie: Hermosa, todos estaban detrás de ella, no solo por su cara de ángel si no por su dulzura, aunque suene a cliché es la hermana que nunca tuve. Nadie sabe más de mi vida que ella, siempre ha sido un libro abierto. Conoce mis debilidades y mis fortalezas, también mis más íntimos secretos porque sé que es incondicional. Me guarda la espalda, me da la mano y me levanta, espero que Dios llene de bendiciones su trabajo, su estudio, su hijo, su esposo, SU VIDA. Una pila que ha ido escalando, Dios la ha bendecido y debe darle el crédito.

La quiero muchísimo y me hace mucha falta hablar con ella.

Ingrid: Otra guerrera. Mientras el resto de nosotros éramos unos “niñitos de papi”, a ella le tocó llegar a Bogotá con las uñas, luchando solita para pagarse todo, ¡la admiro! Hoy tiene una bendición enorme, Camila, su hija.

La Gaga: ¡juemadre! ella era nuestra mamá. La que nos ponía los pies en la tierra, Dios también permitió unos cuantos desiertos para llegar hasta a ella, ¡eres una dura Gaguita que Dios te bendiga!

Luisa: Mi amiga. Pasamos tantas cosas juntas. El viaje a la costa, las salidas corriendo escondiéndonos de tu hermano que se le rayaba el coco, jajajaja. Como poder olvidarlo, es una “verraca” con un hogar hermoso. Le mando mil bendiciones desde aquí.

La mona: Mi mona. No sé ni cómo comenzar… fuiste mil cosas. La amiga sincera y frentera que decía las cosas aunque dolieran, viviste intensamente. Te vi llorar, pero sobretodo te vi reír. No conozco una persona que sintiera más que tu, de amores y de odios pero sin hipocresías, sin tapujos.

Los golpes de tu vida, la muerte de tu padre, de tu abuela, tu enfermedad que viví desde tan cerca en Barranquilla, te llevaron hasta Cristo quien te sanó y te llevo con él.

Hoy eres parte de mi fortaleza, recordar como nunca te rendiste, como siempre sonreías a pesar de lo que los médicos pudieran decir. Tu actitud de vencedora me ayuda a levantarme, contigo y tu familia que amo con mi alma, comencé a conocer de Dios, siempre quisiste que todos nos acercáramos a Él, no pudiste verlo, yo continúo tu legado orando por ellos y viendo la obra del Señor en cada uno. Te amo amiga, superar tu muerte ha sido de lo más duro en mi vida, te llevo en mi mente siempre, mi compañera.

Esta fue una época de una amistad intensa. De amores apasionados, de mucha entrega, pero también de trago, de rumba hasta el amanecer, no podían dejarnos un trabajo, porque todo terminaba en tomada de trago, cigarrillo y marihuana.

En la academia los compañeros no nos querían porque les daba rabia que con tanta vagancia nos fuera tan bien, bueno hasta que a mi me ganó el trago y la marihuana, perdí el semestre porque simplemente no volví. Mi papá que creía tanto en mi no se enteró, Felipe que era el más drogo de todos fue el que me levantó. Un día me dio un sermón y a todos les dijo que si no me ayudaban él iba a hacer lo que fuera para que yo dejara la pendejada y bueno esa confrontación me sirvió.

Desde entonces todos somos amigos, aunque no nos hablamos tan seguido como quisiéramos y los encuentros son uno o dos al año, cuando alguno necesita algo, todos estamos allí, como el día que falleció la Mona, no lo podíamos creer pero fue el momento de encontrarnos y volver a comenzar. No conozco una amistad más fuerte que la nuestra, pase lo que pase estamos juntos aunque el mundo no entienda nuestra relación, algunos que están fuera de ella les parece hasta miedoso que nos encontremos, pero es solo amor, transparente y sincero.

También hubo actores de reparto que marcaron nuestras vidas, como:

Carito: una loquita con la que compartí mil cosas, y seguimos siendo amigas, ya es toda una mujer de familia, luchadora, hermosa.

Majo: que reapareció en mi vida después de muchos años, prima de Caro, no fuimos muy amigas, pero Dios nos puso de nuevo en el camino pasando por situaciones similares. Es increíble pero Dios ha puesto en mi corazón, un sentimiento de amor hacia ella que no logro explicar. Pa´lante guerrera.