viernes, 24 de febrero de 2012

EL ODIO SE APODERO DE MI (Cap 14)

Sé que no he sido perfecta, siempre fui malgeniada, “peleona”  en fin lo que sea, pero jamás había sentido odio por nadie y mucho menos sentí en algún momento deseos de hacerle daño a otros, aun sabiendo que en mi vida pasaron cosas que podrían decirse lo justificarían.

Pero un día el odio hacia dos personas que Jamás he visto personalmente se apodero de mí de una forma obsesiva, pensaba en ellas día y noche y el daño que me hice con eso fue tenaz, pero más duro que odiar fue perdonar.

Ustedes deben estar pensando ¿qué pasó?, como pudo odiar a dos personas que ni siquiera conocía.  Les voy a contar… Como les había dicho, comencé a buscar cosas y las encontré. Que mal, porque ahora sé que cuando tomas esa actitud solo te haces daño tu mismo.

Yo ya sabía que Sergio se había separado porque se había enamorado de otra mujer, lo cual me parecía terrible, pero lo más grave para mí, fue darme cuenta de que esa otra mujer seguía rondando y una mujer a la cual no le importa un matrimonio en donde habían niños, muy poco le iba a importar mi relación con él.

Me metí en su correo electrónico, de lo cual no me siento orgullosa y encontré que él seguía enamorado de ella, que aun la buscaba. Encontré fotos de ella que no eran muy decentes en la cama de él, en el apartamento en el que ahora yo vivía con mi hija. Entonces comencé a odiarla y entre más cosas sabía de ella mas se apoderaba el odio de mí. No soportaba oír su nombre, ni ver sus cuadros. Cuanto más conocía sobre ella era peor porque más cosas feas encontraba y la juzgaba, sentía que era una mujer sin escrúpulos, malvada, pero en realidad ella a mí nunca me hizo nada y yo sola me estaba matando con ese odio.

Después apareció otra mujer. Esta si era descarada, le escribía unas cosas súper obscenas, vulgares, además inventaba mil cosas sobre mí para alejarlo, a ella también la odie. Quería publicar todo lo que ella escribía para que la gente se diera cuenta la clase de mujer que era, solo pensaba en cómo hacerle daño para contrarrestar el dolor que estaba sintiendo.
Después me di cuenta que ellas no tenían nada que ver, que el daño me lo hacía yo sola, que yo era quien había permitido que no me valoraran y el que me había faltado al respeto era Sergio. Pero sobretodo me di cuenta que yo lo había convertido en un dios sin el cual no podía vivir.

Luego conocí a Cristo y me di cuenta que solo lo necesitaba a Él en mi vida, que no tenia porque Juzgar a esas mujeres sino al contrario debía orar por ellas. ¿Fácil de  decir verdad? pero muy difícil de poner en práctica. Todos los días en mis oraciones las perdonaba y las bendecía, pero cuando me las nombraban, solo podía sentir ese inmenso odio.

Que sentimiento más destructivo, me ha costado mucho deshacerme de él, muchas lágrimas, mucho dolor. Tuve que entender que no tenía tanta fuerza y entregarle a Dios mi carga, pedirle su corazón y su mente en mí, para poder verlas como él las vería, para poder perdonarlas con su perdón.

El proceso no ha sido fácil, pero es algo que no quiero tener más en mi vida y que no le deseo a nadie.

El odio te carcome los huesos, te enferma, te destruye mientras que el objeto de tu odio ni cuenta se da. Llenémonos de el amor de Cristo cada día aprendamos a perdonar y nuestra vida va a ser mucho mejor y vamos a atraer a ella solo cosas y personas buenas.

 

 

 

 

 

 

 

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