martes, 16 de noviembre de 2010

EL DRAMA DEL CANCER EN NIÑOSS DE PROVINCIA

Para que María Irene Rodríguez pueda llevar a su hijo de 4 años a su tratamiento contra el cáncer en Bogotá debe viajar 27 horas en un bus de transporte municipal. Debe convivir en un albergue que le brinda la ARS con pacientes con Sida y muchas otras enfermedades.
El tratamiento de su hijo ha sido doloroso. El cáncer hizo que el niño perdiera su ojo derecho y en ocho días le extraerán el izquierdo. “Es muy duro el tratamiento y el sostenimiento en Bogotá. Soy pobre y no puedo trabajar por estar con el niño en el tratamiento”, dice.
María Irene tiene 29 años y vive en la vereda La Guayacana de Tumaco, al suroccidente de Nariño. Desde allá, su mamá vende alimentos en la calle para enviarle 50 mil pesos mensuales para que ella subsista en Bogotá.
Esta mujer, sollozando dice que siente discriminación en Bogotá por su color de piel y que la ARS Sanar, a la que está afiliada, le niega las gotas que necesita el menor. “Me tengo que rebuscar 35 mil pesos para las goticas”, señala.
Así como ella, miles de padres de familia que sus hijos tiene cáncer deben viajar desde regiones apartadas y lidiar en las principales ciudades del país con los trámites que imponen las empresas prestadoras de servicios de salud.
630 niños mueren de Cáncer en Colombia al año
El 30 por ciento de niños que padecen algún tipo de cáncer en Colombia abandonan sus tratamientos por culpa de los trámites que exigen las EPS y las secretarías de Salud departamentales.
El cúmulo de certificados, autorizaciones y remisiones que deben obtener los padres de los niños con cáncer para acceder a consultas y exámenes hace que abandonen los tratamientos y menores sean condenados a morir.
Según estadísticas de instituciones que se dedican al tratamiento del cáncer en nuestro país, anualmente en Colombia mueren unos 630 niños por esta enfermedad. Lo peor, es en este mismo periodo se diagnostican 200 mil nuevos casos de cáncer en menores de 15 años.
La denuncia fue hecha por un grupo de reconocidas organizaciones privadas que se dedican a la atención y tratamiento de esta enfermedad.
Pero a la "tramitomanía" que exigen las EPS y las secretarías de Salud territoriales, se suma la distancia de los pueblos donde viven pacientes con cáncer.
A albergues y fundaciones de caridad en  las distintas ciudades del país llegan mensualmente centenares de niños con cáncer provenientes de las más apartadas veredas.
Soledad López, directora de la Fundación Funstall, denunció que las EPS además de retrasar los tratamientos no suministran los medicamentos y los padres, la mayoría campesinos, deben asumir la compra de los fármacos.
Mientras que en países desarrollados entre el 80 y 90 por ciento de los niños con cáncer se curan, en Colombia ese porcentaje sólo alcanza un 60 por ciento.
Por eso hemos tomado la decision de aportar un granito de arena para hacerles mas facil y llevadero este proceso ayudanos en esta navidad a llevarles un poquito de felicidad.
entra a http://www.facebook.com/?ref=home#!/pages/Esperando-UN-Milagro/106899576047727 y apoyanos.
Dios bendice a el dador alegre

No hay comentarios:

Publicar un comentario