miércoles, 13 de octubre de 2010

UNA PROMESA QUE ESTOY OBLIGADA A CUMPLIR

Era el 31 de diciembre de 2009 en la Cumbre - Valle, el camino hasta allá  fue tortuoso, vomite todo el camino, y mientras todos conversaban y celebraban en el corredor, yo estaba en la cama, desde el día anterior estaba con vértigo, no podía sostenerme en pie.
Llegaron las 12 de la noche, ya era año nuevo y mis papás, mi hermano y mi chiquita entraron a el cuarto, donde nos abrazamos y lloramos por lo que estaba pasando, pero hay algo de ese día que se quedo gravado en mi ser, Isabella con lagrimas en sus mejillas rosadas me pedía que le prometiera una cosa:
"MAMI PROMETEME QUE NO TE VAS A MORIR"
en la garganta se me hizo un nudo, no sabia que debia contestarle, pero igual lo hice: "CLARO QUE NO ME VOY A MORIR CHIQUITA, NO TE PREOCUPES NO TE VOY A DEJAR SOLITA"
Dentro de mi solo pensaba, como iba a hacer para cumplir esa promesa, solo había una forma, aferrarme a Dios y no orar, CLAMAR que me dejara cumplir esa promesa.
Isabella es mi vida, Dios no pudo hacerla mas perfecta, su cabello de oro con las puntas crespas que jamas se despeina, esa carita de angel, con esos hermosos ojos y de largas pestañas y cejas perfectas, el tono de su piel parejo, y un cuerpo como de una pequeña sirena, además del corazón tan noble que dejo en ella y ese amor a Cristo que nadie le enseño.
SEÑOR COMO PUEDES DARME SEMEJANTE ANGEL Y NO PERMITIRME VERLA CRECER Y HACERSE UNA MUJER.
SEÑOR COMO UN SER TAN INOCENTE Y PURO PUEDE SUFRIR DESDE TAN PEQUEÑA, Y DEJARLA SIN SU MAMA SERIA SEGUIR SUFRIENDO. 
y desde esa noche si me falta la fe o me falta la fuerza, si me faltan las ganas de orar, solo veo las fotos de Isabella que me recuerdan que como ella dice desde pequeña, PROMESA ES PROMESA Y SE CUMPLE.
Luego viaje en semana santa a verla a Bogotá, creo que nunca la habíamos pasado tan bien, fue todo perfecto, y llego un momento que como nunca Ella, mi hija hermosa me habrio su corazón como nunca antes lo había hecho y otra vez las lagrimas corrieron por sus mejillas rosaditas, esta vez porque no entendía quería que alguien le explicara. 
"MAMI YO TE NECESITO MUCHO, NO ENTIENDO PORQUE TE TUVISTE QUE ENFERMAR"
Otra vez mi garganta se hacia un nudo, las lagrimas también rodaron por mi rostro y de nuevo no sabia que decir, así que le recordé la promesa
"HIJA SOLO DEBEMOS TENER FE Y PACIENCIA Y VAS A VER QUE PRONTO VAMOS A ESTAR JUNTAS Y NOS VAMOS A REIR DE TODO ESTO"
Cree alguien que podría no cumplir esa promesa, claro muchos estarán pensando que eso solo lo decide Dios, pues El también me hizo una promesa de sanidad a la que me aferro, como esta aferrada Isa a la que le hice yo.

1 comentario:

  1. Sin duda sólo confiando en Dios.

    Dios bendiga tu vida y a tu hija, por siempre.
    :D

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